- Entrégame tu corazón…
- No quiero!
- Anda, es fácil. Soy dulce y tierno (guiña el ojo)…
Mientras retiene un poco de humo mientras fuma. Hace figuras en el aire, una nube tal vez…
- Es que lo vas a destrozar.
Dice mientras mira para abajo con la cabeza desilusionada y juega con los pies y la arena del piso.
- Y que tiene de malo?
- (Silencio).
- Sabes que no hay moral. No hay ética, no hay castigo, ni pecado.
- (Sigue pensando).
- En todo caso, sea cual sea tu decisión, seguiré metiéndome en tus sueños, así que mejor me voy a seguir mi entrenamiento.
Le da un beso en la frente y se marcha.
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