El frío teje la noche,
y con sus cabellos
largos
color negro…
me envuelve en el
suspiro del ensueño,
Delirio y recorro mis huellas…
…el pasado desaparece,
y el futuro aún no existe…
Avanzo lentamente,
pero sigo estática,
es mi sueño quien me engaña,
el deseo que ha pasado…
Y los gestos se hacen borrosos,
las palabras codificadas,
los olores confundidos,
mientras las texturas se derriten…
Qué agotamiento! qué cansancio!
el desierto está vacío,
y no hay más que el suelo
para reposar estos frágiles huesos…
Es mucho peso
para unos hombros tan débiles,
Pero es mucha gracia,
para una baladí existencia…
Es ser frágil y ser valiente
Lo humano envuelto en lo demoniaco
Carnal y espiritual…
Sollozar con los ojos fértiles,
de un acontecer que hablaba de esperanzas,
sueños nuevos
y horizontes plagados de flores…
En ese, quiero que estén junto a mí,
los más dulces
y sutiles,
Lirios…
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