Latidos nuevamente susurran mi corazón. Latidos fuertes, intrépidos, desconocidos, desconcertantes... Pulsaciones indolentes que me arrebatan los sentidos, los halan hacia lo imposible y vuelven a comenzar… uno, dos, tres latidos martillan con mucha fuerza, desenfrenados suspiros, trillones de pensamientos, mares de canciones, ventiscas de poemas, deslumbrantes días para amarte, y el resto de mi ser para soñarte… Un caos que comprime como si los acordeones tocaran su última melodía, tal vez la última para amar de verdad, tal vez la penúltima para desear, tal vez la primera para comenzar, que después de la muerte y perder el corazón en un barranco, los latidos empiezan más y más fuertes como si quisieran despedazar esta pequeña existencia que sostiene el frágil cuerpo que se derrama y se construye con solo ver tu mirada profunda, y tus labios únicos e inalcanzables… Latidos y más latidos, no quiero sentirlos más… mi corazón va a estallar, se sale del cuerpo, se ensancha, es grande, no lo puedo denter.... se me escapa... apaga de una vez por todas tu sutil melodía que me engulle, me quema, me arde, duele, no… es placentera, es dulce, es cálida… Cuánto me gusta… quédate una madrugada más y hagamos del amor un rio que une dos fronteras inseparables…
No hay comentarios:
Publicar un comentario