miércoles, 16 de noviembre de 2011

Salvación o Condena

Ya alumbrabas mis días antes de conocerte,
Y la espera por verte y tocarte se hacía más tenue,
Las horas transcurrían taciturnas
Y el deseo de encontrarte, advertía lento...
Pero en mi cuerpo, se hacía, más afanoso.

Tanto me alegró verte,
Que con una sonrisa nerviosa, y sin acaso conocerte
Me aventajé a tu encuentro,
Que era esperado, tan sagrado,
Como tenerte, tan solo una mirada,
A unos cuantos milímetros de mis manos...

Y tus colores irradiaban con más y más fuerza
Que hasta en los sueños brillabas...
Llenabas de esperanza y calor,
aquél vacío que gritaba y me aprisionaba,
La triste jaula, me desangraba…

Era muy simple, yo solo quería mirarte.
Fundirme en tus ojos que son don océanos, quizás…
¿Acaso no entiendes que necesito que me salves?

No hay comentarios: