sábado, 29 de septiembre de 2012

Sentir...

Imagen de la autora

La única razón por la que estamos en este cuerpo, es para sentir...

Un Libro Abierto...

Quien lo creería, que así se ganaría la vida: Sublimando su alma. Prostituyendo sus sentimientos, cobrando sus contradicciones, dolores y heridas. Exponiéndolos en el Ágora a la vista de todos. Ella era un libro abierto que encontraba siempre en su camino lectores que hablaban otros idiomas. Por eso era difícil comprenderle, pero qué hacia? Había sido escrita en ese lenguaje. Era un libro tan pesado… tan engorroso… De esos que nunca hacían parte de los hurtos de las bibliotecas, tenía muchas páginas, y su pasta era muy dura. En la portada tenía gráficos con arabescos… no se hacía nada llamativa para los lectores desprevenidos, por eso difícilmente llamaba su atención. Este era un libro curioso, era un libro con esencia femenina… así, de esos con páginas rosa y letra cursiva. Podía llegar a ser un verdadero deleite. Pero… tenía un serio problema… No sólo lo confuso de su idioma y lo extraño de sus historias… Era un libro interminable… Una historia que no tenía fin… Me preguntarás, ¿cuál es entonces la gracia del asunto? Aún no lo sé, la respuesta sólo la tiene los ojos del lector…

sábado, 22 de septiembre de 2012

Simplicidad


Quiero reconciliarme con mis letras.
Hace algún tiempo había suspendido la posibilidad de crear algo en esta matriz de ideas que representan mi pensamiento; pero en esta ocasión es diferente. Como bien sabe todo el que escribe, pareciera que a veces la mente le jugara una mala pasada al ‘escritor’ y todo queda ‘stuck’ como si no pudiera salir.
Más siempre he pensado que las ganas de no escribir se quitan escribiendo.

Bien, he aquí, no he regresado a mis viejos cuentos, y he tenido la necesidad de expresarme por mi bien admirado Mario Benedetti, que con sus encantadoras metáforas logra expresar un poco de lo que en mí se encuentra ‘atrancado’.
Pero eso no es problema, siempre habrá una razón que te permita hacer latir el corazón.
Me refiero, siempre habrá una razón por ‘quien vivir’, y al final, siempre volverá a existir esa razón para vivir por sí mismo.

Ese es precisamente el motivo para regresar. Para vivir una vida por y para mí…

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nadie lo sabe


Nadie lo sabe
nadie

ni el río
ni la calle
ni el tiempo

ni el espía
ni el poder
ni el mendigo

ni el juez
ni el labriego
ni el papa

nadie lo sabe
nadie

yo tampoco

Mario Benedetti