miércoles, 20 de abril de 2011

SOBRE LA VERACIDAD DE MI AMOR

La veracidad de mi amor, no es como la de los poetas, ni tampoco la de los músicos,


La veracidad de mi amor, es perezosa, egoísta, solitaria, posesiva...


La veracidad de este amor, también es humilde, arrodillada, suplicante, angustiosa, y muchas veces melancólica...


Pero la veracidad de la veracidad de lo que estoy diciendo, o mejor dicho, la parresía de mis palabras soy yo misma...


La esencia de mi alma convertida en cuerpo; todo aquello que he podido crear de mí al nacer, y hoy se expresa en estas palabras, miserables, lúgubres, cándidas.


La arrogancia de mi amor es mi miseria, la pasionalidad de mis sentimientos son mis injurias, la gravedad de mis emociones son mis constantes llantos...


Pero te prometo pues, y no por el bien que te acalle, sino por el bien que nos conviene, que la veracidad de mi amor no es más producto de las rabias, sino del olvido, de la diferencia, de la muerte misma, que es transformada en agua diluída entre las piedras.


La veracidad de mi amor, no será más tu estorbo ni tu molestia, solo será parte del compendio de sentimientos que un día me guardé para alguien, y continuará siéndolo, como estrategia sabia de comprender que hay caminos por los que a veces, es mejor no transitar.

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